34 Sesión de la Asamblea de la Unión Africana, centrada en la pandemia y la lucha contra la violencia

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08 de febrero 2021
34 Sesión de la Asamblea de la Unión Africana, centrada en la pandemia y la lucha contra la violencia
 
Durante el 6 y 7 de febrero, los líderes africanos han celebrado —de forma virtual— la 34 Sesión Ordinaria de la Asamblea de la Unión Africana (UA) para relevar a sus máximas autoridades; y para debatir sobre las medidas para paliar los efectos de pandemia del coronavirus y enfrentar, de forma conjunta, la expansión del yihadismo en el continente, las disputas fronterizas y el incremento de refugiados y desplazados que huyen de los conflictos. Por otro lado, debatieron los progresos y desafíos en la implantación del Tratado de Libre Comercio Continental de África, firmado por todos los miembros de la UA, a excepción de Eritrea. Este pacto entró en vigor el 1 de enero de este año, y pretende eliminar los aranceles a la mayoría de los bienes, facilitar el movimiento de capitales y personas, y promover la inversión.

Durante la sesión inaugural, el presidente de la República Democrática del Congo, Felix Tshisekedi, tomó el relevo de la presidencia rotatoria de la UA de manos de su homólogo sudafricano, Cyril Ramaphosa. Por otro lado, el ex primer ministro de Chad, Moussa Faki Mahamat, ratificó su segundo mandato al frente del principal órgano ejecutivo de esta organización regional, la Comisión de la Unión Africana, en una votación secreta donde recibió el apoyo de 51 de los 55 estados miembros.

La gestión de la pandemia Covid-19

Esta reunión plenaria se celebra un año después de que Egipto registrara el primer caso de coronavirus en África. Por entonces, había un temor generalizado de que el continente sufriría una rápida expansión de la pandemia y que los débiles sistemas de salud de los países africanos serían insuficientes. En la actualidad, y muy lejos de los peores augurios, África —con más de 1.500 millones de habitantes— ha notificado oficialmente más de 3,5 millones de infecciones confirmadas (el 3,5% de los casos de virus en el mundo), unos 90 000 fallecidos (el 4% mundial) y 2,9 millones de personas sanadas, según los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Sin embargo, y aunque puede que África haya escapado a la fase más crítica de la pandemia, los expertos africanos e internacionales señalan que ahora el principal reto continental es iniciar el proceso de vacunación, en un escenario mundial donde la distribución de las vacunas está centrada en las naciones más ricas. Tal es así que, mientras otras partes del mundo ya han comenzado la vacunación masiva, los países africanos apenas han comenzado a recibir las primeras dosis de las vacunas para inmunizar a su población.

Días antes de la sesión, Cyril Ramaphosa señaló que la amenaza de la Covid 19 «había galvanizado a los países africanos a trabajar juntos» frente a la crisis sanitaria, humanitaria, social y económica que están sufriendo muchos países africanos. En este contexto, «el acceso a los préstamos en condiciones favorables será crucial para la recuperación económica de África de la pandemia COVID-19 —señaló en su discurso de despedida al frente de la UA— y, aunque el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han desplegado importantes recursos financieros para responder al brote de coronavirus, era necesario hacer mucho más».

La expansión de la violencia en África

En cuanto a la creciente conflictividad en el continente, los líderes africanos acordaron la urgencia de enfrentar los múltiples conflictos internos, en los que el Consejo de Paz y Seguridad de la UA no ha logrado los éxitos esperados en su papel de mediador y negociador de paz. Entre otras frustraciones, no se han celebrado reuniones entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas anglófonos en Camerún para resolver sus violentas disputas; tampoco se ha alcanzado acuerdo alguno para evitar la escalada de la amenaza yihadista en Mozambique o para desplegar fuerzas africanas en la República Centroafricana, azotada de nuevo por la violencia rebelde; y, por último, el presidente etíope Abiy Ahmed Ali ha rechazado las demandas de los enviados de alto nivel de la UA para que inicie conversaciones con los líderes de la región de Tigray y poner fin a un conflicto armado que, desde principios de noviembre, está provocando un enorme sufrimiento entre la población local.

Frente a este convulso panorama, la Asamblea reiteró su compromiso con la paz y la seguridad en el continente, así como en centrar sus prioridades de desarrollo de la Unión Africana, incluidos el comercio y la integración. En este contexto, los jefes de de Estado y de Gobierno destacaron la correlación entre las cuestiones de paz y seguridad con los intercambios económicos, el desarrollo de la infraestructura, el progreso individual y colectivo de los ciudadanos, así como con la participación de los jóvenes y las mujeres en el desarrollo socioeconómico. Asimismo, subrayaron que el terrorismo, los conflictos comunitarios, el extremismo violento, las crisis electorales violentas, los crímenes transnacionales y la trata de seres humanos están obstaculizando el desarrollo del continente: «Debemos poner fin a estas tragedias que se adhieren al continente y degradan su imagen, a fin de devolver la esperanza a los africanos y construir el África que queremos», refirió el presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat.
 

 
 
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