Emisiones de Gases Efecto Invernadero: Reducción necesaria para frenar el Cambio Climático

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19 de septiembre 2020
Emisiones de Gases Efecto Invernadero: Reducción necesaria para frenar el Cambio Climático. Adaptación precisa para reducir sus efectos

Desde el prisma de la Seguridad Nacional, las medidas para conseguir un aumento de la resiliencia ambiental se muestran cada vez más importantes. Sin duda, y para avanzar en el desafío de minimizar los efectos negativos del cambio climático, es de enorme trascendencia la aprobación y seguimiento posterior del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, que ahora está en la última fase de su proceso de elaboración, así como el compromiso de España con distintas iniciativas en el ámbito internacional.

En este ámbito, el informe anual coordinado por World Meteorological Organization (WMO), bajo la dirección de Secretario General de Naciones Unidas (SGNU) y denominado United in Science 2020, recoge conclusiones poco esperanzadoras. En la reciente presentación de este informe, el SGNU Antonio Guterres señala que «este ha sido un año sin precedentes para las personas y para el planeta. La pandemia COVID-19 ha perturbado las vidas de los seres humanos a nivel mundial. Al mismo tiempo, el calentamiento de nuestro planeta y la perturbación climática se sigue acrecentando a un ritmo acelerado».

Las concentraciones de GEI en la atmósfera —destaca el informe— se encuentran en niveles récord, y continúan en aumento. Aunque señala que las emisiones de CO2 en 2020 se reducirán entre un 4% y un 7% estimado, debido a las políticas de confinamiento de COVID-19; ya están volviendo a los niveles anteriores a la pandemia.

Se prevé que el mundo sufra los cinco años más cálidos nunca registrados entre el 2016 y el 2020 y, por tanto, no se está en el camino de alcanzar los objetivos acordados para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2°C o de 1,5°C sobre los niveles preindustriales: una condición imprescindible, tal y como se mostró en la COP 25 de París. Según el informe sobre la brecha de emisiones 2019, la diferencia entre la reducción de emisiones real y la calculada como necesaria no se ha reducido. Se estima que la reducción necesaria para limitar el calentamiento global por debajo de 2ºC es de 12-15 Gt de CO2e (gigatoneladas de CO2 equivalente); mientras que debe reducirse entre 29–32 GtCO2e para hacerlo por debajo de 1,5ºC (esto equivale, aproximadamente, a las emisiones sumadas de los seis mayores emisores).

En palabras del SGNU, «Nunca antes había quedado tan claro que necesitamos transiciones limpias, inclusivas y a largo plazo para abordar la crisis climática y lograr el desarrollo sostenible. Debemos convertir la recuperación de la pandemia en una oportunidad real para construir un futuro mejor».

Por su parte, la Unión Europea, como se refleja en el “Marco sobre energía y clima 2030”, mantiene e intenta mejorar su hoja de ruta para conseguir alcanzar los acuerdos de París. En este ámbito, España consiguió marcar una líea descendente  de sus emisiones GEI en 2019,  a pesar de todo ello, la dependencia de las acciones de terceros, especialmente Estados Unidos y China, no permiten ser excesivamente optimistas a nivel global.

Por todo ello, y ante esta situación tan preocupante para el medioambiente, resulta de extremo interés para la Seguridad Nacional que España incremente su capacidad de adaptación, para poder afrontar así en las mejores condiciones posibles los cambios en una situación que empeora y que afectará a las condiciones climáticas. Un escenario que incrementará la posibilidad de sufrir eventos meteorológicos extremos, como las inundaciones torrenciales o grandes tormentas; el aumento del número e intensidad de períodos secos y, con ello, un mayor peligro de sufrir incendios forestales o que, por necesidad vital, se incrementen los movimientos migratorios climáticos procedentes de África; o, entre otros muchos efectos negativos, que se produzcan alteraciones en los ecosistemas que puedan hacer variar el equilibrio y la seguridad de los hábitats y la biodiversidad. Por todo ello, es de gran interés para la seguridad de los ciudadanos la próxima aprobación del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático —que en este momento se encuentra en fase de elaboración—, donde ya se referencia que la adaptación del medio es un elemento trascendental para la Seguridad Nacional, como ya se enuncia en la actual Estrategia de Seguridad Nacional de 2017 y que, con toda seguridad, seguirá siendo un parámetro trascendental en su próxima revisión.

 
 
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