Informe SOCTA 2021: La amenaza de la Delincuencia Organizada y Grave en la Unión Europea

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Informe SOCTA 2021: La amenaza de la Delincuencia Organizada y Grave en la Unión Europea
14 de abril de 2021

Europol publicó, el día 12 de abril, la Evaluación de la amenaza de la delincuencia organizada y grave de la Unión Europea (UE SOCTA 2021, por sus siglas en ingles). Este documento, que se publica cada cuatro años, presenta un análisis detallado de la amenaza de la delincuencia grave a la que se enfrenta la UE; y es resultado de una estrecha cooperación entre Europol, autoridades policiales de los Estados miembros de la UE, agencias europeas, organizaciones internacionales y terceros países. Además, este análisis es la piedra angular de la Plataforma Multidisciplinaria Europea contra las Amenazas Criminales (EMPACT) en la UE: el instrumento adoptado por la Unión Europea en 2010 para hacer frente a las amenazas criminales más importantes a las que se enfrenta la Unión.

Claves de la edición 2021

Esta edición revela una preocupante expansión y evolución de la delincuencia organizada y grave en la UE, y la identifica como el principal desafío de seguridad interna que enfrentan actualmente la UE y sus Estados miembros, como subraya la directora ejecutiva de EUROPOL, Catherine De Bolle: «las estructuras delictivas son más fluidas y flexibles de lo que se pensaba, el uso de la violencia por parte de la delincuencia organizada parece ir en aumento y el uso de la corrupción y el abuso de las estructuras empresariales legales son características clave de las actividades de la delincuencia grave y organizada».

En esta línea, el análisis destaca características clave como el uso generalizado de la corrupción, la infiltración y explotación de estructuras comerciales legales para todo tipo de actividad delictiva, así como la existencia de un sistema financiero encubierto que permite a los delincuentes mover e invertir sus ganancias multimillonarias. Por otro lado, la SOCTA 21 advierte sobre las posibles implicaciones a largo plazo de la pandemia de COVID-19, y cómo estas pueden crear las condiciones ideales para que evolucione la criminalidad en el futuro.

En cuanto a las amenazas más apremiantes para la UE, Europol destaca las redes delictivas de alto riesgo —incluida la corrupción, el blanqueo de dinero y uso de armas de fuego—; los ataques cibernéticos; los delitos contra las personas; el tráfico de drogas; el fraude; y los delitos contra la propiedad y el medioambiente.

Respecto al comercio ilegal de armas de fuego, se considera un facilitador clave para otras actividades delictivas, como el narcotráfico, y amplifica la amenaza para la seguridad interior de la UE, pues los actos violentos llevados a cabo con armas de fuego ilegales generan una sensación de inseguridad y socavan gravemente la confianza pública en las autoridades estatales y comunitarias.

La ciberdelincuencia ha aumentado en los últimos años, no solo cuanto al número de ataques reportados, sino también en la sofisticación de sus procedimientos. La rápida digitalización de la sociedad y de la economía crea constantemente nuevas oportunidades para criminales involucrados en estos delitos. Además, el progresivo aumento en el número de usuarios y conexiones genera nuevas vulnerabilidades, al tiempo que incrementa el número de víctimas potenciales a los ataques cibernéticos. Durante 2020, y por efecto de la pandemia COVID-19, han aumentado de forma exponencial las conexiones privadas a sistemas corporativos, y el teletrabajo se convirtió en la norma en muchos sectores e industrias. Este desarrollo ha hecho que muchas redes corporativas sean más vulnerables a la ciberdelincuencia.

Por otra parte, las redes de tráfico ilícito de migrantes ponen cada vez más en peligro la integridad física y psicológica de los migrantes, con el objetivo de maximizar los beneficios y reducir tiempo y costes. Además, demuestran ser muy adaptables y capaces de modificar rápidamente su modelo de negocio. Estas redes también tienen capacidad para explotar a los migrantes después de haber llegado a su destino, a través de la servidumbre por deudas. Además, subsiste la trata de seres humanos con fines de explotación laboral.

La producción y el tráfico de drogas sigue siendo el mayor negocio delictivo en la UE, con el 40% de las redes delictivas aún activas. Los mercados de drogas de la UE se abastecen de sofisticadas redes que actúan de diversas formas y participan en actividades de tráfico al por mayor, así como de nivel medio y distribución minorista. El uso de la violencia relacionada con esta actividad ha aumentado notablemente en los últimos años, especialmente en el mercado de cocaína y cannabis. Asimismo, la producción de drogas sintéticas en la UE se está expandiendo y se espera que continúe haciéndolo en un futuro próximo.

En cuanto a los delitos ambientales, el tráfico ilícito de residuos se considera como lucrativo y de rápido desarrollo. Implica, entre otros, el transporte ilegal, procesamiento, eliminación, reciclaje o recuperación de diversos materiales de desecho. Junto a ello, se encuentran los delitos la caza furtiva o el tráfico de especies naturales (vegetales o animales) contraviniendo la normativa internacional.

Una perspectiva sobre delincuencia organizada y grave

Una vez analizadas, de forma detallada, las amenazas que enfrenta la UE, el informe recoge un ejercicio prospectivo sobre la evolución de la delincuencia organizada que «es a la vez resistente y versátil, y sigue evolucionando y adaptándose para reducir los riesgos para su propio negocio, maximizar los beneficios, explotar nuevas oportunidades y eludir la atención de las fuerzas del orden». Para anticiparse a esta evolución, Europol señala que es imprescindible observar los cambios en el entorno en el que se producen estas actividades delictivas, entre los que destaca la digitalización, acelerada por la pandemia de la COVID 19; los factores geopolíticos, con especial atención a la frágil estabilidad en ciertas zonas post-conflicto; y la transición verde, de la que los delincuentes tratarán de sacar provecho a través de planes de fraude cada vez más complejos y de mayor alcance.
 
 
 

 
 
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