Mozambique: Amenaza yihadista en el norte del país

Left
Right

01 de enero 2021
Mozambique: Amenaza yihadista en el norte del país

La situación en el norte de Mozambique sigue deteriorándose, con la insurgencia yihadista como mayor amenaza para la seguridad y estabilidad de la región. Durante este año, el islamismo violento ha incrementado sus capacidades tácticas y operacionales y ha demostrado una estrategia definida a la hora de elegir sus objetivos, así como una colaboración más cercana con el Estado Islámico, a través de su provincia en África Occidental (ISWAP). Además, ha expandido su radio de acción más allá del norte del país, lo que incluye corredores esenciales para el transporte terrestre y marítimo.

Evolución de la amenaza yihadista en Mozambique

Durante el año 2020, la acción de Ansar al-Sunna (ASWJ) —reconocido por la población como Al Shabaab—, se ha incrementado exponencialmente respecto a años anteriores. Se estima que entre enero y octubre de 2020, el número de ataques registrados (395) son el doble que los notificados en el mismo periodo del año anterior. Además, del total de ataques de los últimos 3 años (aproximadamente 650 contabilizados), se calcula que más de la mitad fueron llevados a cabo en 2020.

Respecto a sus objetivos, en los últimas semanas se han registrado ataques cada vez más próximos al proyecto gasístico de la Península de Afungi, el último de ellos a tan solo 10 kilómetros de distancia. Además, se mantiene la amenaza de ataque contra Mueda, donde se encuentra el principal cuartel militar de la zona y punto clave para la comunicación por tierra entre Pemba (capital de la provincia) y el norte del país, y también punto neurálgico para el tráfico ilícito.

El control del puerto de Mocimboa da Praia está permitiendo a estos grupos llevar a cabo ataques a islas cercanas, así como a embarcaciones que operan y navegan en la zona. Si bien es pronto para considerar estas acciones como actos de piratería marítima, los recientes incidentes ponen en evidencia, por un lado, la creciente capacidad marítima de los yihadistas, con el consiguiente riesgo que esto supone; y, por otro, las limitaciones del gobierno para dar respuesta a la amenaza marítima.

ASWJ ha expandido su radio de acción hacia prácticamente todas las direcciones en torno a Cabo Delgado. Al norte hacia las regiones del sur de Tanzania, al sur hacia el distrito de Macomia, al este con los ataques en el archipiélago Quirumbas, y al oeste en el distrito de Nangade. Además, sus últimos objetivos parecen indicar un interés por controlar las rutas clave de transporte, lo que está limitando la capacidad del gobierno para garantizar el transporte seguro de tropas y suministros.

Mientras, la situación humanitaria se agrava. Naciones Unidas estima que más de 530.000 personas se encuentran desplazadas en las provincias de Cabo Delgado, Nampula, Zambezia y Niassa. Además, el acceso a algunas áreas de la zona, especialmente en Cabo Delgado, sigue siendo limitado, lo que provoca que muchas comunidades se encuentren aisladas y sin acceso a los servicios básicos. Más de 900 000 personas se enfrentan a niveles de crisis o emergencia de inseguridad alimentaria. De cara a la próxima primavera, se calcula que la cifra de desplazados puede aumentar hasta las 750 000 personas y más de 1 millón y medio de personas necesiten asistencia humanitaria.

Posible respuesta internacional y regional

Respecto a los contactos con socios regionales e internacionales, el Gobierno mozambiqueño, a pesar de las divisiones internas, sigue siendo partidario de intervenciones bilaterales y un enfoque regional, aunque por el momento no ha presentado una hoja de ruta clara. Aunque la reunión del pasado 14 de diciembre del Órgano de Política, Defensa y Seguridad de la Comunidad de Desarrollo de África Meridional (SADC) para discutir la situación de Cabo Delgado culminó sin avances significativos ni medidas concretas, ya está prevista una nueva reunión el próximo mes de enero.

En el plano internacional, el Ministerio de Defensa de Portugal anunció el inicio en 2021 de una misión, no ejecutiva, centrada en la formación y entrenamiento de las Fuerzas Armadas mozambiqueñas en la lucha contra el terrorismo. Por su parte, Estados Unidos. mostró su disposición a ayudar al gobierno mozambiqueño en materia anti terrorista, aunque sin concretar medidas.

 
 
Seguridad Nacional un proyecto compartido