Día Internacional de la Madre Tierra: hacer las paces con la naturaleza

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Día de la Tierra
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Día Internacional de la Madre Tierra: hacer las paces con la naturaleza
22 de abril 2022

“La humanidad ha declarado la guerra a la naturaleza, algo tan insensato como suicida”
António Guterres

 

Desde 1970, la Madre Tierra celebra su día el 22 de abril. En 2009, esta conmemoración se convirtió en una efeméride oficial, cuando Naciones Unidas proclamó esta fecha como el “Día Internacional de la Madre Tierra”. Por entonces, los Estados Miembros reconocieron que la Tierra y sus ecosistemas son nuestro hogar común; y expresaron su convicción de que es necesario promover la Armonía con la Naturaleza para lograr un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales presentes y futuras.

La evidencia —cada vez más constatable— del cambio climático de la Tierra ha llevado a que, durante los últimos años, se realicen estudios y seguimientos científicos entre los que destacan los publicados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Este grupo se fundó en 1988, con el objetivo de facilitar evaluaciones de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y estrategias de respuesta.

Todos los estudios abalan que, desde la revolución industrial —primer punto de inflexión importante en el comportamiento humano hacia la Tierra—, «la naturaleza ha sido tratada como una mercancía que existe en gran medida para el beneficio de las personas», según Naciones Unidas.

Hasta tiempos cercanos, la actividad global consideraba que los problemas ambientales eran solucionables mediante los avances de la tecnología. Hoy, esos problemas suponen un auténtico riesgo, incluso una amenaza directa a la seguridad de la sociedad internacional. Frente a este desafío, el primer paso es comprender que la Tierra tiene recursos finitos para satisfacer las necesidades de una población en continuo crecimiento demográfico. Por ello, es necesario un modelo sostenible para la producción, el consumo y la economía en su conjunto.

Los problemas ambientales se entrelazan y, en muchas ocasiones, unos se convierten en vectores de crecimiento de otros. Así, los efectos del cambio climático deben enfrentarse, de manera conjunta, con la amenaza de los crímenes globales que perturban la biodiversidad, la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva mal gestionada o el creciente comercio ilegal de vida silvestre. Todos ellos pueden acelerar el ritmo de destrucción del planeta; y sin el convencimiento social respecto a la necesidad de emprender acciones globales, será muy difícil preservar la seguridad de las personas, sus bienes o su vida cotidiana.

Este 2022 es el primer año en el que el Día de la Madre Tierra se celebra en el marco del Decenio de la ONU para la Restauración de Ecosistemas, que sustentan todas las formas de vida de la Tierra, entre ellas y de forma destacada, la vida humana. Esa necesaria restauración es esencial para alcanzar los objetivos del reciente informe del Programa de la ONU para el Medio Ambiente, “Hacer las paces con la naturaleza”, que resume en cinco mensajes principales las acciones necesarias para enfocar la acción individual, de los estados o global:

  1. Los cambios ambientales socavan logros en materia de desarrollo, acarrean costes económicos y millones de muertes prematuras al año.
  2. Se deben reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 45% de aquí a 2030 en comparación con los niveles de 2010 y alcanzar las cero emisiones netas en 2050 y, al mismo tiempo, conservar y restaurar la biodiversidad y minimizar la contaminación y la generación de desechos.
  3. Las emergencias ambientales de la Tierra y el bienestar humano deben abordarse de forma conjunta.
  4. Los sistemas económicos, financieros y productivos pueden y deben transformarse para dirigir e impulsar el cambio hacia la sostenibilidad.
  5. La gobernanza policéntrica (coordinación de múltiples actores en la toma de decisiones) es clave para que la gente pueda expresarse y actuar de un modo responsable.

España: referente en la lucha contra el cambio climático

España intenta mantener una posición de país de referencia en materia ambiental. En los últimos meses, se ha aprobado la Ley de cambio climático y transición energética, pero también estrategias o planes de gran importancia como la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas;  y, con especial trascendencia para la Seguridad Nacional, el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030.
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Es evidente, que las condiciones vitales y desarrollo en nuestro planeta son esenciales para la seguridad de las personas y, con ello, para el desarrollo normal de la vida cotidiana de la sociedad española. Por ello, las sucesivas estrategias de seguridad nacional incluyen entre sus ámbitos de preocupación los temas ambientales.

En particular, la nueva Estrategia de Seguridad Nacional (ESN) 2021 establece, en su capítulo primero, que la  transición ecológica es uno de los cuatro vectores de transformación de la seguridad global.
 


 

Además, en el capítulo dedicado al planeamiento estratégico integrado, la ESN 2021 subraya la prioridad de atender a la “Preservación del medio ambiente, desarrollo sostenible y lucha contra el cambio climático”. En este contexto, se refiere expresamente a la incidencia del cambio climático como una de las amenazas más acuciantes para la Seguridad Nacional, junto con la seguridad energética, las emergencias y catástrofes o los conflictos; y también el desafío que plantean los desplazamientos de personas a consecuencia de la degradación medioambiental y los desastres naturales. Desde esta evidencia, «la mitigación y adaptación al cambio climático adquieren cada vez más urgencia» y, por ello, considera esencial «contribuir a reforzar las capacidades de los países más vulnerables a prepararse frente al cambio climático».

Con todo, y como señala Naciones Unidas, «promovamos la armonía con la naturaleza y la tierra» y desarrollemos acciones globales que sean respetuosas con el medio ambiente, desde el convencimiento de que, en gran medida, nuestro futuro depende de nuestra relación con la Madre Tierra.
 

 
 
Seguridad Nacional un proyecto compartido