Informe OTAN 2020: «La Alianza está preparada para el futuro»

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Informe Anual 2020 OTAN
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Informe OTAN 2020: «La Alianza está preparada para el futuro»
19 de marzo de 2020

En diciembre de 2019, el secretario general de la Alianza Atlántica (OTAN), Jens Stoltenberg, recibió el encargo de los Jefes de Estado y de Gobierno de los países aliados de liderar una reflexión colectiva y prospectiva sobre el futuro de la Organización.  Meses después, en junio de 2020, Stoltenberg presentó oficialmente la iniciativa OTAN 2030, que «no consiste en reinventar la OTAN, sino de hacer que nuestra fuerte Alianza sea aún más fuerte. Más fuerte militarmente. Más fuerte políticamente. Y más global». Un visión recogida y ampliada en el Informe Anual de la OTAN 2020, y que marca el camino para —«en un mundo cada vez más imprevisible y competitivo»— seguir fortaleciendo el compromiso y las capacidades de la organización político-militar para reforzar el vínculo transatlántico porque «los desafíos a la seguridad de los aliados son sencillamente demasiado grandes para que cualquiera de ellos los afronte en solitario». La pretensión es que el Secretario General presente sus recomendaciones para la OTAN 2030 en la Cumbre de 2021.

El desarrollo de esta iniciativa ha coincidido con la gestión de la pandemia global de la COVID-19, donde la OTAN ha desempeñado un «papel esencial para ayudar a combatir la pandemia y salvar vidas, incluso transportando suministros y equipos médicos muy necesarios, y construyendo hospitales militares de campaña», al tiempo que ha mantenido su capacidad de disuasión y defensa en tierra, mar, aire, espacio y ciberespacio. Todo ello, como señala el Informe, en el entorno de seguridad más complejo desde el final de la guerra fría, donde las amenazas siguen presentes, en especial el terrorismo y en el que el «comportamiento de Rusia sigue siendo asertivo y desestabilizador» y «el ascenso de China está cambiando el equilibrio de poder mundial, con implicaciones para la seguridad, los valores y el modo de vida de la Alianza».

En este escenario estratégico mundial, la iniciativa OTAN 2030 establece tres objetivos. En primer lugar, la Alianza debe seguir sustentada sobre la solidaridad y la capacidad militar de disuasión y defensa; y conseguirlo requiere mantener la inversión en Defensa y en innovación para ayudar a los ejércitos aliados a mantener su ventaja tecnológica. A continuación, y como segundo objetivo, la OTAN tiene que ser políticamente más fuerte, y mantener su condición de foro de consulta y coordinación transatlántica en todas las cuestiones que afectan a la seguridad común de los Aliados. Una mayor fortaleza política para «responder a los retos de seguridad existentes y a los nuevos, desde las amenazas cibernéticas e híbridas hasta el terrorismo y el cambio climático. En tercer lugar, la OTAN tiene que garantizar un enfoque más global —la Alianza debe colaborar más estrechamente con socios afines, tanto cercanos como lejanos— en su política y sus acciones; y, para afrontar con eficacia los retos globales, «necesita comprender y responder a los retos globales y disponer de una red de seguridad verdaderamente global».

Por último, y en cuanto a su elaboración, un grupo independiente y paritario de 10 expertos, que ha contado con las aportaciones de académicos, líderes del sector empresarial y tecnológico, parlamentarios, militares y representantes gubernamentales de los 29 países aliados, así como con varios países socios y organizaciones internacionales, presentó su informe de conclusiones en noviembre de 2020. Ese mismo mes se celebró la Cumbre de la Juventud OTAN 2030, donde se anunció la creación de un grupo de Jóvenes Líderes OTAN 2030 a los que se les encomendó la tarea de aportar información para sus recomendaciones para la OTAN 2030. Por último, el Secretario General también organizó una serie de mesas redondas y conferencias digitales para colaborar con la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, los jóvenes, la sociedad civil y el sector privado.

Informe OTAN 2020

Además de abordar este proyecto para el futuro próximo de la Alianza, el informe anual hace balance de este año 2020, que ha transcurrido bajo los efectos de la pandemia y en el que «los adversarios potenciales han intentado aprovechar la crisis para desestabilizar nuestras sociedades y socavar nuestras democracias». En este contexto, la prioridad de la OTAN ha sido asegurarse de que la crisis sanitaria no se convierta en una crisis de seguridad, y mantener la disuasión, la defensa y el diálogo de los aliados, así como la proyección de estabilidad más allá de las fronteras de la Alianza. Para ello, y como detalla el Informe, se han mantenido las misiones y despliegues, como el mayor esfuerzo de la Alianza sobre el terreno, en Kosovo, Afganistán e Irak, además de las misiones de vigilancia en el espacio aéreo de la OTAN —con base en Rumania—, de presencia terrestre en los Países Bálticos, de seguridad marítima o de apoyo a la defensa aérea de Turquía. 

En cuanto a la próxima Cumbre de la OTAN en 2021, actualmente en fase de organización, el secretario general subraya en el preámbulo de este informe que es necesario reforzar la unidad entre Europa y América del Norte, a través del «compromiso con nuestra defensa colectiva y la financiación conjunta de la disuasión y defensa en el territorio de la OTAN» y de una mayor unidad política. Para ello, considera que sería oportuno acordar la actualización del Concepto Estratégico de la OTAN. Además, destaca que la OTAN necesita consensuar un enfoque más integrado de la resiliencia, con amplia participación de la sociedad civil; y también proteger el orden internacional basado en normas —que debe empezar por «fortalecer nuestras democracias, reforzar nuestras instituciones y volver a comprometernos con nuestros valores»— frente a potencias autoritarias que pretenden desafiarlo.
 

 
 
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