República Centroafricana: Tensa calma ante la amenaza rebelde

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18 de enero 2021
República Centroafricana: Tensa calma ante la amenaza rebelde

En febrero de 2019, el Gobierno de la República Centroafricana firmó un acuerdo de paz con catorce grupos rebeldes, auspiciado por la Unión Africana y Naciones Unidas, con el apoyo determinante de los países de la región. Con este pacto nacional, los insurgentes se comprometían a poner un final definitivo a los cruentos enfrentamientos que comenzaron en 2013, cuando la coalición Seleka —de mayoría musulmana y liderada por Michel Djotodia— derrocó al presidente François Bozizé, que alentó a la formación de las fuerzas de defensa “anti-Balaka”, predominantemente cristianas. No obstante, la paz nunca llegó a todo el territorio de soberanía, la violencia (miles de muertos y más de un millón de desplazados) y el desgobierno (el poder estatal apenas se percibe más allá de la capital Bangui) siguieron condicionando el devenir nacional, y aun hoy las milicias rebeldes controlan dos terceras parte del país centroafricano.

Convulsas elecciones presidenciales en Bangui

Una situación que ha condicionado la celebración de las elecciones presidenciales del pasado 27 de diciembre, que dieron la victoria (con un 53,92 % de los votos en primera ronda) al candidato Faustin-Archange Touadéra que, tras haber sido ratificada por el poder judicial, revalida su mandato presidencial por otros cuatro años. Contra todo pronóstico, las elecciones se celebraron sin incidentes destacables, aunque, por la inseguridad imperante en el país, más del 40 % de los 5 408 centros de votación del país no pudieron abrir sus puertas para que los centroafricanos ejercieran su derecho al sufragio. Por este motivo, la oposición política, que había solicitado de forma reiterada su aplazamiento, no reconoce los resultados del proceso electoral y ha solicitado que se repita en mejores condiciones de seguridad.

En fechas previas a la convocatoria electoral, las fuerzas de seguridad centroafricanas, apoyadas por más de 11 500 cascos azules de la MINUSCA —la misión de estabilización de Naciones Unidas en la República Centroafricana, que despliega en el país desde abril de 2014— y por militares rusos y  ruandeses, impidieron que los insurgentes llegasen a la capital. De esta forma, la Coalición de Patriotas por el Cambio (CPC), una alianza rebelde formada por más de seis milicias armadas días antes de la jornada electoral, fracasaba en su intención declarada de avanzar hacia Bangui para cancelar las elecciones por la fuerza. En este contexto, el gobierno de Touadéra sigue culpando al expresidente Bozizé de estar preparando un golpe de Estado, una acusación que el ideólogo y líder en la sombra del CPC siempre ha negado. En el trasfondo de esta crisis está la decisión de la Corte Constitucional centroafricana de impedir que Bozizé fuese candidato a las elecciones presidenciales, pues se enfrenta a sanciones de la ONU por su apoyo a los grupos "anti-Balaka" en 2013 y pesa sobre él una orden de detención de la justica centroafricana por "crímenes de lesa humanidad e incitación al genocidio" durante su mandato (2003-2013).

Ataque rebelde en las proximidades de Bangui

El pasado 13 de enero, la amenaza rebelde se hizo realidad a las puertas de Bangui. De madrugada, y como protesta violenta por la reelección del presidente Touadera, la insurgencia armada lanzó un ataque con la pretensión de tomar la capital —declaró el primer ministro Firmin Ngrebada— que fue repelido por las fuerzas nacionales de seguridad junto a numerosos efectivos de MINUSCA. En declaración oficial, el portavoz de la misión de Naciones Unidas, Vladimir Monteiro, confirmó la muerte de un soldado ruandés y condenó «los ataques de los grupos armados de la coalición anti-Balaka, [los movimientos de mayoría musulmana] UPC, 3R y MPC y todos sus aliados políticos, incluido el expresidente François Bozizé». Días después, la ministra centroafricana de Defensa y Reconstrucción del Ejército, Marie Koyara, declaró que la situación política y militar estaba en calma, y que «su gobierno prometía contrarrestar las acciones de los grupos armados en la capital del país». Por el momento, y a pesar del contundente fracaso de la ofensiva rebelde sobre Bangui, la preocupación de las autoridades centroafricanas sigue siendo muy alta, pues los insurgentes continúan atacando por todo el país y mantienen su amenaza contra el gobierno central.

Contribución de la Unión Europea y de España a la paz centroafricana

Tras la renuncia forzosa de Michel Djotodia en enero de 2014, la Unión Europea redobló sus esfuerzos para contribuir a la restauración de la gobernanza y la seguridad en la República Centroafricana, que estaba hundida en una guerra fratricida entre los Seleka y los Anti-Balaka. En el mes de abril, desplegó en Bangui la misión EUFOR RCA que, con más de 600 efectivos, logró pacificar la capital. Desde entonces, España ha participado de forma activa en todas las misiones europeas en el país. Hasta marzo de 2015, cuando concluyó la misión EUFOR, España lideró las operaciones especiales con militares del Mando de Operaciones Especiales, además de desplegar guardias civiles con cometidos policiales en un escenario extremadamente complicado.

En julio de 2016, comenzó su mandato la misión EUTM RCA, cuyo cometido es formar y adiestrar a las Fuerzas Armadas de la República Centroafricana, así como asesorar en la reforma del sector de seguridad. En la actualidad, y bajo el mando del general portugués Neves de Abreu, militares españoles se desempeñan en puestos relevantes de la misión. Este esfuerzo se enmarca en el compromiso de España con la paz y la seguridad de África, que contribuye con más del 24% de los efectivos de todas las misiones y operaciones que la Unión Europea despliega en el continente africano.
 

 
 
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