Actualización de Situación en Mali

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31 de enero 2021
Actualización de la Situación en Mali

El día 26 de enero, el Comité Nacional de Salvación del Pueblo (CNSP) anunció su disolución mediante un decreto presidencial firmado el 18 de enero, cuando se cumplen exactamente cinco meses del golpe de Estado del 18 de agosto que lideró esta junta militar. La disolución de este órgano —conforme a la Carta de la Transición— era una de las peticiones de la CEDEAO, organismo que reiteró esta exigencia en varias ocasiones, la última de ellas durante su cumbre del 23 de enero, donde ya se abordó la necesidad urgente de implementar el decreto de disolución.

La disolución del CNSP coincide en el tiempo con una visita del jefe del Estado maliense a Francia, —durante la cual se reunió con el presidente francés y anunció la próxima cumbre del G5 Sahel en Yamena (Chad) los días 15 y 16 de febrero—, y también con con la visita de una gran delegación gubernamental a Kidal (norte del país).

La pretensión de esta visita a Kidal —la primera en varios años— era celebrar una reunión del Comité de Seguimiento del Acuerdo de Paz (CSA): órgano principal para velar por la implantación del Acuerdo de Paz de 2015, del que forman parte el gobierno maliense, la Coordinación de Movimientos del Azawad (CMA) y la Plataforma, bajo la mediación de Argelia. Sin embargo, esta reunión —la primera del CSA en celebrarse fuera de Bamako y cargada simbolismo— habría sido pospuesta a solicitud del gobierno argelino. A pesar de ello,  se mantuvo la visita oficial a Kidal, bastión de la CMA.

Por otro lado, medios de comunicación malienses mencionan la posibilidad de que se suprima el cargo de vicepresidente de la Transición, actualmente ocupado por Assimi Goïta, líder del golpe de Estado, quien posiblemente ocupará un puesto ministerial.

Situación de seguridad y social

La actividad terrorista en Mali continúa siendo intensa, registrándose cifras muy negativas en el mes de diciembre, además de los ataques de las últimas semanas en los que fallecieron cascos azules y militares franceses. En general, la inseguridad en Mali afecta a todas las zonas, a excepción de Kayes, Kulikoro y Bamako. A ello se suman los conflictos interétnicos, especialmente en el centro del país, y los enfrentamientos entre dos grupos yihadistas predominantes en el país: JNIM, vinculado a al-Qaeda, y el autoproclamado Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS), que luchan por el control del territorio.

Las ofensivas contra los yihadistas no cesan. La última operación —denominada Eclipse— ha sido ejecutada, prácticamente durante todo el mes de enero, por fuerzas del Ejército maliense, de la operación Barkhane y de la Fuerza Conjunta G5-Sahel; durante la cual habrían sido abatidos un centenar de supuestos terroristas y una veintena, detenidos.

Paralelamente, existen esfuerzos de mediación que tratan de abordar los enfrentamientos entre comunidades. Una de las últimas iniciativas, puesta en marcha por una ONG suiza, ha logrado la firma de 3 acuerdos de paz entre las comunidades peul (pastores) y dogon (agricultores) del círculo de Koro (Mopti, centro de Mali). En estos acuerdos, las partes se comprometen a garantizar su integridad física, la libre circulación de personas, bienes y ganado, al tiempo que hacen una condena explícita de la violencia.

Por otro lado, la presión social contra la presencia de tropas francesas aumenta con las protestas en Bamako, prohibidas por el Gobierno debido a las restricciones del coronavirus y que fueron dispersadas por la policía.

Situación en Burkina Faso y Níger

En el Sahel Occidental, la violencia yihadista ha causado un 60% más de muertes en 2020 respecto al 2019, uno de los peores índices de los últimos años. Particularmente, en la región de Liptako-Gourma —confluencia de las fronteras de Mali, Burkina Faso y Níger— se ha multiplicado la actividad terrorista de EIGS, además de las continuas tensiones entre EIGS y JNIM. En la última semana, se ha producido un ataque yihadista simultáneo a campamentos militares en Mondoro y Boulekessi (frontera entre Mali y Burkina Faso); y en Níger, a principios de enero, más de 100 civiles fueron asesinados en dos ataques simultáneos a dos aldeas en la región de Tilaberi (oeste), de los peores ataques registrados en este país.

Además, las actividades ilícitas, los conflictos locales y la falta de gobernanza agravan aún más la alarmante situación en la región de Liptako-Gourma.


Región de Liptako-Gourma
 
 
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