Líbano: Tropas españolas de UNIFIL comienzan a cooperar en el Puerto de Beirut

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28 de septiembre 2020
Líbano: Tropas españolas de UNIFIL comienzan a cooperar en el Puerto de Beirut 

El pasado 9 de agosto, durante la conferencia internacional de apoyo a Líbano —en la que participaron 26 países, Naciones Unidas y la Unión Europea así como las principales instituciones financieras internacionales: Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, entre otros—; el presidente del Gobierno pidió unidad de acción para apoyar al país, al tiempo que subrayó el compromiso de España con la población libanesa: «Esperamos que este terrible evento al menos acelere el camino hacia la acción coordinada internacional y nacional para sentar las bases de un futuro mejor. El pueblo libanés se lo merece y España está dispuesta a contribuir a este esfuerzo colectivo». Dada la situación de extrema fragilidad tras la explosión en el puerto de Beirut el pasado 4 de agosto, que ha dejado la capital del Líbano totalmente destruida, el presidente se comprometió a prestar ayuda humanitaria directa —hasta la fecha, se han realizado dos puentes aéreos con distinto material: trigo, equipos de protección e higiene, o medicamentos— y también ofreció la contribución de España a través de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL, por sus siglas en inglés), para lo que era necesario —como indicó— un "cambio de mandato" de Naciones Unidas.

Esta petición extraordinaria quedó recogida en la recién aprobada Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 2539 (2020), que autoriza —de forma excepcional— a UNIFIL a llevar a cabo medidas temporales y especiales para brindar apoyo a Líbano y, como base de esta cooperación humanitaria, poner algunas de sus capacidades para colaborar en la reconstrucción de la zona más afectada por la explosión, además de apoyar directamente a la población libanesa. En la misión UNIFIL, España —que inició su despliegue en 2006— mantiene desplegados efectivos al sur del río Litani y hasta la Blue Line, línea provisional de separación entre Líbano e Israel.

      

 

El grueso del contingente español se encuentra en la base Miguel de Cervantes, cerca de la localidad de Marjayún donde está el Cuartel General del sector Este (SECEAST) —sector liderado por España—, aunque también hay presencia militar española en el Cuartel General de la misión en Naqoura. Dentro de sus cometidos, los militares españoles realizan patrullas a pie y en vehículo para vigilar permanentemente su zona de responsabilidad; establecen observatorios sobre la Blue Line; y realizan patrullas conjuntas con las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF). También se emplean en mejorar la vida de los libaneses en esta región a través de la cooperación cívico-miliar. Todas estas acciones —que se están realizando desde hace ya catorce años— están dirigidas a evitar que se llegue a situaciones que puedan conducir a una escalada de tensión entre Líbano e Israel que, como ocurrió en 2006, se convirtió en un enfrentamiento abierto entre ambos países.

A estas misiones de los militares españoles se une ahora el apoyo directo en el puerto de Beirut, junto con los contingentes de otras nacionalidades desplegadas en el Sector Este (India, Indonesia y Nepal). A partir del día 27 de septiembre — por un periodo inicial de un mes, pero prorrogable si se considera necesario unidades del Sector Este de UNIFIL—dirigidas por el Comandante de la Misión UNIFIL y coordinadas por el general español jefe del SECEAST, Luis Jesús Fernández Herrero— prestarán apoyo de ingenieros para colaborar en las actividades de desescombro, donde contarán con todo el apoyo logístico y sanitario necesario —proporcionado por los equipos sanitarios militares del propio SECEAST— para realizar su misión, y siempre en coordinación con otros elementos de UNIFIL provenientes del Cuartel General de Naquora.

De esta forma, y en el marco del firme compromiso de España con la paz en Líbano, se materializa el apoyo más urgente a la población libanesa, que está sufriendo una enorme crisis humana agravada tras la devastadora explosión del pasado 4 de agosto.

 
    

 

 
 
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