Sahel Occidental: Política, Seguridad y Cooperación Internacional

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Sahel Occidental: Política, Seguridad y Cooperación Internacional
24 abril de 2023

En la región del Sahel occidental, el escenario político sigue marcado por largos periodos de transición —tras los sucesivos golpes militares registrados tanto en Mali como en Burkina Faso en los dos últimos años—, así como por el repunte del yihadismo y de los enfrentamientos comunitarios.

En el plano internacional, el acercamiento generalizado a Rusia de algunos países de la región —mediante acuerdos en distintos ámbitos, y especialmente de defensa— y la salida de Francia de Mali y de Burkina Faso determinan la actual coyuntura regional. Además, preocupa que el Sahel se esté convirtiendo en una «zona sin información» caracterizada por las continuas campañas de desinformación.

Mali

El pasado 9 de noviembre, Macron puso fin oficial a la operación Barkhane. En febrero de 2022 y desde el Elíseo, el presidente francés anunció que, debido a «las múltiples obstrucciones de las autoridades de transición de Mali», ya no se cumplían las condiciones políticas, operativas y legales para que la Operación Barkhane y la Task Force Takuba pudieran ejecutar su compromiso en la lucha contra el terrorismo en el país. A partir de entonces, Francia fue entregando —sin incidentes— las bases de Gossi (abril), Menaka (junio) y Gao (agosto); y, el 15 de agosto, los últimos efectivos de Barkhane cruzaron la frontera entre Mali y Níger.  En todo este tiempo, Francia ha reiterado en diversas ocasiones que no abandona su compromiso de luchar contra la amenaza terrorista, pero que cambia la visión, el paradigma y la estrategia para acompañar a sus socios africanos en este desafío.

Por otro lado, como reitera la ONU, el bloqueo del Acuerdo de Paz de 2015 no ayuda a estabilizar la frágil situación a nivel interno; aunque todo indica que Argelia pretende retomar su liderazgo en la mediación internacional del proceso de paz. Sin embargo, en las últimas semanas se han incrementado las tensiones entre las partes firmantes del Acuerdo de Paz: casi todos los grupos armados malienses han suspendido su participación en el acuerdo por la «persistente falta de voluntad política» de las autoridades malienses de la junta militar.
En cuanto a la situación política, si se cumplen los plazos acordados, el periodo transitorio entra ahora en su último año. En febrero o marzo de 2024, un nuevo gobierno elegido mediante elecciones democráticas debería sustituir a la actual junta militar. Sin embargo, el primer paso de la hoja de ruta para la vuelta a un gobierno democrático ha sido aplazado: las autoridades han pospuesto la celebración del referéndum constitucional —inicialmente previsto para el pasado 19 de marzo—, sin fijar una nueva fecha para su celebración.

Burkina Faso

Como en Mali, las relaciones entre Francia y Burkina Faso se han deteriorado. Desde finales de 2022, se han registrado protestas contra la presencia militar de Francia en el país, cuya embajada ha sido atacada en varias ocasiones. En febrero, esta tensión culminó con la salida de las Fuerzas Armadas francesas por exigencia de  la junta militar, que también denunció el acuerdo de asistencia técnica militar con Francia. Asimismo, las autoridades están limitando la libertad de prensa, al tiempo que penalizan a los medios de comunicación no afines a la junta militar, como aconteció —entre otros ejemplos— con la suspensión de la actividad de France 24.

A su vez, Burkina Faso y Rusia refuerzan sus relaciones bilaterales, especialmente en lo relativo a la seguridad y la lucha contra el yihadismo, y Rusia podría incluso volver a abrir su embajada en Uagadugú.

Ante el repunte del yihadismo —tanto  por el número de ataques como por su  creciente control territorial—, el Gobierno de transición de Burkina Faso ha decretado la movilización general para afrontar la situación de inseguridad que atraviesa el país.

Níger

En cuanto a Níger, acoge ahora la reconfiguración de las fuerzas de Francia en la región. Además, el pasado febrero, la UE ha puesto en marcha la misión de colaboración militar en Níger (EUMPM Níger) para apoyar al país en la erradicación del terrorismo, y en la que Alemania tiene la intención de desplegar fuerzas tras su anunciada salida de Mali, prevista para 2024.

 
Expansión del terrorismo yihadista

En este convulso escenario regional, los grupos yihadistas continúan su avance desde el Sahel hacia el Golfo de Guinea, mientras que repuntan los enfrentamientos por el dominio del territorio entre la filial regional de Daesh y la coalición Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM) —afín a Al Qaeda—, así como los atentados contra la población civil y las fuerzas de seguridad nacionales e internacionales.

Según el último Índice Global de Terrorismo, en 2022 la región del Sahel ha sido el epicentro del terrorismo, con el 43% de muertes relacionadas con el terrorismo a nivel mundial (un 7% más que el año anterior), hasta convertirse en «el hogar de los grupos terroristas de más rápido crecimiento y más mortíferos del mundo». Más en concreto, Burkina Faso y Mali representan el 73% de las muertes por terrorismo en el Sahel en 2022 y el 52% en África subsahariana. Además, la escalada de violencia en Burkina Faso también se ha extendido a los países vecinos, con Togo y Benín con los peores registros de los últimos años.
 


 

Cooperación regional e internacional

El G5 Sahel —creado en 2014 con el objetivo de ofrecer un enfoque integral para garantizar las condiciones de paz, desarrollo, seguridad y gobernanza en Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger, seguido de la creación en 2017 de su Fuerza Conjunta (FC-G5S) para responder a la expansión de los grupos armados— sufre una crisis institucional desde que Mali decidió retirarse en mayo de 2022.

A pesar de ello, la organización ha celebrado su sexta cumbre extraordinaria en Yamena (Chad) el pasado 20 de febrero, en la que el mandatario de Mauritania ha sido elegido nuevo presidente de la organización, y donde han ratificado su intención de consolidar y reforzar su cooperación pese a la retirada de Mali.

Por otro lado, la Unión Europea mantiene su compromiso con el Sahel y está inmersa en un proceso de revisión estratégica global de su colaboración en el marco de la Política Común de Seguridad y Defensa en la región. En la actualidad, despliega cuatro misiones en el Sahel —EUTM Mali, EUCAP Sahel Mali, EUCAP Sahel Níger y EUMPM Níger— como parte del enfoque integrado de seguridad y desarrollo de la UE en el Sahel.

En este contexto, España lidera actualmente la misión EUTM Mali y mantiene su compromiso con la región. En su visita a Mali en marzo, la ministra de Defensa reiteró el compromiso de España con la cooperación entre la Unión Europa y África, pues sin ella no podrá «construirse un mundo en paz, sin terrorismo y en contra de la inmigración ilegal».

Por último, destacan dos iniciativas internacionales, de las que España forma parte, que apoyan un enfoque integral para enfrentar la situación en el Sahel. Por un lado, la Alianza para el Sahel cuyo principal objetivo es apoyar la presencia del Estado, la prestación de servicios esenciales y el restablecimiento de la cohesión social en todos los territorios de los cinco países de la región. Y, por otro, la Coalición por el Sahel (2020), que pretende promover un enfoque integrado a nivel regional, que abarque todos los instrumentos y actores que intervienen en el Sahel, ya sean de seguridad, políticos o de desarrollo.
 

 
 
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