La inversión productiva extranjera en España alcanzó en 2016 los 23.476 millones de euros brutos, un 1,2% menos que los 23.766 millones de 2015, con lo que se consolida la tendencia de recuperación iniciada en 2013. El volumen de 2016 es muy significativo porque se compara con un 2015 excepcional, en el que se registraron operaciones que elevaron la inversión. Además, esta evolución se produce en medio de un débil contexto internacional, con caídas generalizadas en los flujos de inversión. De hecho, la Conferencia de Naciones Unidas de Comercio y Desarrollo (UNCTAD) prevé que los flujos, con carácter general, se contraigan entre un 10 y un 15%.