09/07/2025
3 min readEl pasado mes de junio fue presentado el Informe sobre la Situación y las Tendencias del Terrorismo en la UE (EU TE-SAT25), elaborado por Europol con la participación de los Estados miembros, que ofrece una visión integral de la situación del terrorismo, durante el pasado 2024.
El documento destaca que el terrorismo y el extremismo violento siguen representando una amenaza persistente y multidimensional para la seguridad de la UE, que se ve acelerada por las tensiones geopolíticas y la interconectividad digital y alimentada por movimientos ideológicos de todo tipo, lo que implica un riesgo en constante evolución.
Situación geopolítica con impacto para la seguridad de la UE
La respuesta militar de Israel al ataque de Hamás en octubre de 2023 y la posterior violencia en Gaza han tenido un impacto significativo en la seguridad interna de la UE durante 2024. Este conflicto ha sido utilizado por grupos terroristas como Al-Qaeda (AQ) y el Estado Islámico (IS), así como por extremistas de izquierda y derecha, para fomentar el odio, la radicalización y la violencia, especialmente en línea.
Además, la guerra de Rusia contra Ucrania ha intensificado la circulación de armas y la participación de extremistas violentos, lo que plantea riesgos futuros para la UE. En Siria, el colapso del régimen de Assad y el ascenso de Hay’at Tahrir al-Sham (HTS) y la respuesta del IS generan incertidumbre sobre la estabilidad regional y la posible reactivación del terrorismo. También se identifican amenazas en África y Yemen, donde filiales de IS y AQ mantienen el control territorial. En conjunto, estos factores geopolíticos configuran un entorno propicio para nuevas operaciones terroristas y una creciente presión sobre la seguridad europea.
Incremento de la radicalización juvenil y auge del extremismo digital
Durante 2024, la UE experimentó un aumento en la implicación de menores y jóvenes en actividades terroristas y extremistas violentas, con un 29 % de los arrestados con edades entre 12 y 20 años. La mayoría estaban vinculados al terrorismo yihadista, seguidos por el extremismo violento. Estos jóvenes, en su mayoría varones, se radicalizaron de forma autónoma en entornos digitales. Las redes sociales y las plataformas de videojuegos son utilizadas para difundir propaganda y captar a estos jóvenes.
En 2024, los grupos terroristas y extremistas violentos continuaron aprovechando una amplia gama de tecnologías con distintos niveles de sofisticación. Utilizaron desde herramientas básicas para compartir contenidos hasta tecnologías avanzadas como inteligencia artificial generativa, entornos inmersivos (realidad virtual y aumentada), y sistemas de financiación digital.
Uso de las tecnologías emergentes
Las plataformas de comunicación cifrada de extremo a extremo siguieron siendo clave para coordinar actividades, reclutar miembros y difundir propaganda. Sin embargo, el creciente uso de las IA generativas permite crear y distribuir propaganda y discursos de odio de modo exponencial.
Además, tecnologías basadas en el uso de drones, las criptomonedas y los activos digitales no fungibles (NFTs) facilitan operaciones logísticas y financieras, incluyendo el sistema informal de transferencias conocido como “hawala digital”.
En conjunto, estas tecnologías están transformando el panorama del terrorismo, desafiando los métodos tradicionales de prevención y respuesta de las autoridades.
