Introducción
El Parlamento Europeo adopta el 17 de abril de 2020, una resolución sobre "Acción coordinada de la UE para combatir la pandemia de COVID-19 y sus consecuencias", aprobada por 395 votos a favor, 171 en contra y 128 abstenciones.
Desinformación y comunicación estratégica
Subraya que la desinformación sobre la pandemia del COVID-19 en este momento es un problema importante de salud pública; insta a la Unión a establecer una fuente de información europea, en todas las lenguas oficiales, con miras a garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a una información exacta y verificada; considera que el ECDC debería encargarse de coordinar y armonizar los datos de los Estados miembros a fin de mejorar la calidad y la comparabilidad; pide a las empresas de las redes sociales que adopten de forma proactiva las medidas necesarias para detener la desinformación y la incitación al odio en relación con la pandemia (54).
Acción exterior, solidaridad internacional y cooperación
Pide una rápida actualización de la Estrategia Global de la Unión a la vista del impacto global de la crisis; llama la atención, en particular, sobre la llamada «coronadiplomacia»; reitera que la Unión debe estar preparada para comunicar de manera estratégica, combatir la desinformación externa y adaptarse continuamente al cambiante panorama geopolítico, sin comprometer nunca sus valores fundamentales; pide a la Comisión y al Consejo que actúen de forma estratégica en el mundo y en Europa a fin de poner en marcha la ambición de una unión geopolítica (56).
Aboga para que las medidas de emergencia adoptadas por terceros países en respuesta a la crisis COVID-19 no violen los derechos humanos o el derecho internacional, que se limiten a medidas estrictamente necesarias y proporcionadas, y que estén sujetas a un escrutinio regular y a un plazo limitado; condena la censura, los arrestos y la intimidación de periodistas, figuras de la oposición, trabajadores de la salud y otras personas por criticar a los gobiernos, incluida su gestión de crisis; pide a la UE que apoye una campaña mundial para liberar a presos políticos y defensores de los derechos humanos detenidos y delincuentes de bajo riesgo (57).
Subraya que la UE debe ser más resistente a las crisis en general, para mantenerse libre de influencias políticas y económicas indebidas, como las de China y Rusia, y debe estar preparada para comunicarse estratégicamente, luchar contra la desinformación externa, noticias falsas y ataques cibernéticos, y adaptarse continuamente al cambiante paisaje geopolítico; insta, por lo tanto a la Comisión, a contrarrestar los esfuerzos agresivos de propaganda rusa y china que explotan la pandemia del COVID-19 con el objetivo de socavar la UE y sembrar la desconfianza de la población local hacia la UE; cree que es crucial comunicar eficazmente sobre el apoyo financiero, técnico y médico de la UE (58).
Subraya que la pandemia no conoce fronteras ni ideologías y que requiere la cooperación y la solidaridad de toda la comunidad internacional, y un fortalecimiento del sistema de las Naciones Unidas y de la OMS en particular: considera que es esencial que la UE pida a China que informe en profundidad sobre esta pandemia, el momento de su aparición y su verdadero coste humano; destaca la importancia de la cooperación y el apoyo para los países de los Balcanes Occidentales, para nuestros vecinos más cercanos en los vecindarios y socios del Este y del Sur y para los países en desarrollo, en particular África y América Latina; expresa su fuerte solidaridad con el Reino Unido, nuestro país vecino, que actualmente está muy afectado por la pandemia, y ofrece todas las medidas de cooperación para luchar contra la pandemia y sus consecuencias (60).
Pide un mayor apoyo de la UE a los Balcanes Occidentales (por ejemplo, a través de su inclusión en el Fondo de Solidaridad de la UE y la exención del esquema de autorización temporal de exportación para equipos de protección), y fortalecer la visibilidad de este apoyo para demostrar la solidaridad de la UE con estos países y pueblos; pide que se preste especial atención a las minorías con bajo acceso a los servicios sanitarios, como los romaníes (61).
