Hacia la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación

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Hacia la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación
11 de marzo de 2021

La proliferación de armas de destrucción masiva (ADM) es una de las máximas preocupaciones de la Comunidad Internacional desde el inicio de la era nuclear en 1945. Con este trasfondo, las sucesivas estrategias de seguridad nacional (ESN), desde la primera en 2011 hasta la actualmente vigente: la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017, consideran la proliferación de ADM como una de las principales amenazas para la seguridad del Estado y su población. Una consideración equiparable a la recogida en la Estrategia de la UE contra la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva de 2003: «La proliferación de armas de destrucción masiva (ADM) y sus vectores, como los misiles balísticos, es una amenaza creciente para la paz y la seguridad internacionales»

Desde la conformación del orden mundial tras la segunda Guerra Mundial, la conciencia internacional del riesgo ha llevado a la configuración del Régimen Internacional de No Proliferación (RNP), un conjunto de principios, normas y procedimientos en el que convergen los actores internacionales para evitar la proliferación descontrolada de las ADM. Este régimen es uno de los mayores exponentes de una acción multilateral en aras de la seguridad global y, por ello, su devenir está fuertemente marcado tanto por las crisis como por los impulsos del multilateralismo.

Hasta el momento, las armas nucleares son las que han mostrado más capacidad destructiva. Por ello, los tratados que previenen su expansión son de enorme importancia en el marco del RNP. Más allá de acuerdos bilaterales o de ámbito regional, los tratados multilaterales que cuentan con adhesión de decenas de países, son: el Tratado de No Proliferación (TNP) y el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TPAN).

El TPAN ha entrado en vigor este año. Es un acuerdo que pretende la eliminación total de las armas nucleares y ha sido ratificado por 50 países. Entre ellos, no hay ningún país poseedor de armas nucleares ni miembro de la OTAN.

El TNP es el elemento central del régimen de no proliferación nuclear, se trata del primero y el que cuenta con más adhesiones en el ámbito internacional. Ha sido firmado o ratificado por 191 países desde su puesta a la firma en 1968 y entrada en vigor en 1970. La negociación del Tratado comenzó en 1965 —tras la crisis de los misiles en Cuba en 1962 y el primer ensayo nuclear de China (1964)— y reconoce como “Estado dotado de Armas Nucleares” a los países que habían realizado un ensayo nuclear antes de 1967: EEUU, Rusia, Francia, Reino Unido y China. Su vigencia inicial era de 25 años, pero fue prorrogado indefinidamente en 1995, con revisiones cada cinco años. El texto refleja tres objetivos: prevenir que nuevos Estados adquirieran o desarrollaran armamento nuclear, promover la cooperación en el uso de la energía nuclear con fines pacíficos y trabajar para el desarme nuclear.

En cuanto a su verificación, está encomendada al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que suscribe con los países firmantes los Acuerdos de Salvaguardias, conformados por actividades de información e inspección que realiza este Organismo en los Estados Parte no nucleares. Por otro lado, la evaluación y revisión del Tratado se realiza a través de las Conferencias internacionales, cuya próxima edición, se celebrará en Nueva York en agosto de este 2021, tras ser pospuesta en 2020 a causa de la pandemia global de la Covid19.

En la actualidad, el escenario internacional hace prever que la Conferencia de Revisión de 2021 será una oportunidad propicia para impulsar el TNP, especialmente por la demostrada actitud de la nueva Administración estadounidense de reactivar el multilateralismo: en febrero, Estados Unidos y Rusia acordaron prorrogar el START III; y en marzo, Estados Unidos anunció formalmente su disposición a regresar a los acuerdos sobre el programa nuclear iraní, a pesar de la actual negativa de Irán a recuperar las negociaciones. Sin embargo, también existen factores negativos como el abandono del Tratado de Cielos Abiertos por los actores internacionales más importantes —entre ellos, EE.UU. y Rusia— o la desaparición del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio en 2019. Por otro lado, también será trascendental el posicionamiento internacional respecto a Corea del Norte, que en 2003 renunció al cumplimiento de sus compromisos en el TNP y ha anunciado el fortalecimiento de su arsenal nuclear y su programa de misiles balísticos.

El esfuerzo de España en el marco de la Iniciativa de Estocolmo

España centra sus esfuerzos para revitalizar el Régimen a través de su implicación en la Iniciativa de Estocolmo. Esta Iniciativa surgió en 2019 para aunar los esfuerzos de 16 países: Alemania, Argentina, Canadá, Corea del Sur, España, Etiopía, Finlandia, Indonesia, Japón, Jordania, Kazajstán, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Suecia y Suiza, que están convencidos de la necesidad de avanzar en el desarme nuclear desde una perspectiva realista y pragmática, teniendo en cuenta el contexto geopolítico actual y las sensibilidades existentes. En febrero de 2020, aprobaron la “Declaración de Berlín”, que aúna 22 medidas para movilizar a la comunidad internacional hacia la no proliferación y el desarme nuclear. Con este propósito, hacen un llamamiento a los países nucleares a cumplir sus compromisos; subrayan la necesidad de cooperación y diálogo entre los principales actores, la transparencia de los arsenales, la reducción de riesgos; y también destacan la trascendencia de educar a los jóvenes en los principios del desarme.

Hasta el momento, se han celebrado cuatro reuniones ministeriales en el marco de esta Iniciativa, que han servido para acordar acciones concretas con el objetivo de dar un impulso a la Conferencia de Revisión del TNP. En enero de 2021, por videoconferencia presidida desde Amman (Jordania), los 16 países aprobaron una hoja de ruta para los próximos meses y renovaron su compromiso con los objetivos acordados en las reuniones previas de Estocolmo y Berlín. España, como muestra de su implicación y compromiso, ha ofrecido acoger la próxima reunión de la Iniciativa en Madrid durante la primavera o principios de verano, con la finalidad de hacer balance y coordinar las acciones en la recta final de la Conferencia de Revisión de agosto en Nueva York.

 
 
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