Mali: Seis meses de transición con avances limitados

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Situación en Mali
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Mali: Seis meses de transición con avances limitados
15 de marzo 2021

Situación política

Seis meses después del golpe de Estado, y con el periodo transitorio avanzando, el primer ministro maliense presentó ante el Consejo Nacional de Transición (CNT) su programa de gobierno, que marcará la hoja de ruta hasta las elecciones previstas para el mes de marzo de 2022. Este plan de acción se organiza sobre seis ejes: el refuerzo de la seguridad en el conjunto del territorio nacional; la promoción de la buena gobernanza, la reforma del sistema educativo; reformas políticas e institucionales; la adopción de un pacto de estabilidad social; y la organización de elecciones generales.

Finalmente, el CNT aprobó el referido programa político, que incluye objetivos (23) y acciones (275) relacionados con cada uno de sus ejes. Entre sus objetivos, destaca la implementación del Acuerdo de Paz de 2015; el redespliegue de las fuerzas de seguridad y defensa en todo el territorio; la restauración de la autoridad y la utilidad social del Estado; la ultimación del proceso de reorganización territorial y regionalización; la elaboración y adopción de una nueva constitución; y, por último, la reactivación del diálogo con grupos radicales malienses, así como entre comunidades y actores locales en conflicto.

Por su parte, el Movimiento 5 de Junio-Agrupación de Fuerzas Patrióticas (M5-RFP) —coalición que lideró las masivas movilizaciones populares previas al golpe de Estado— ha vuelto a mostrar su oposición a las estructuras donde el componente militar tiene excesivo peso. Así, y tras sus protestas para exigir un decreto que fije la composición del CNT, ha presentado una demanda ante el Tribunal Supremo solicitando su disolución.

Respecto al Acuerdo de Paz de 2015, el 10 de febrero y en Kidal, tuvo lugar la primera reunión del Comité de Seguimiento del Acuerdo fuera de Bamako, después de haber sido pospuesta a finales de enero. Esta reunión de alto nivel, con la mediación de Argelia, contó con una gran participación de ministros malienses y de altos representantes de los movimientos armados signatarios; y ha sido aplaudida por la comunidad internacional, como muestra del nuevo impulso y cada vez mayor confianza entre las partes firmantes.

Situación de seguridad

Respecto a la violencia terrorista, en los dos primeros meses de 2021, Mali registró las peores cifras en el conjunto de la región del Sahel Occidental, como recoge el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo. En total, se produjeron 24 atentados de bajo impacto en enero —de ellos, 23 habrían sido cometidos por el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), afín a al-Qaeda, lo que confirma su creciente dominio en el país—; y 15 en febrero, la cifra más baja de los últimos meses. En febrero, y coincidiendo con la reunión del Comité de Seguimiento del Acuerdo de Paz, se produjo un ataque complejo contra una base de operaciones temporal de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de la ONU en Mali (MINUSMA) en el municipio de Kerena, (Douentza, centro del país) en el que falleció un casco azul togolés y otros 27 resultaron heridos.

Cooperación internacional

En marzo, España ha participado en Lomé (Togo) en la segunda reunión del Grupo de Apoyo a la Transición de Mali, que fue instaurado en noviembre de 2020; está copresidido por la Unión Africana, la ONU y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO); y cuyo principal objetivo es apoyar al Gobierno maliense en el proceso de transición—. En este encuentro internacional, España subrayó que continúa fuertemente comprometido con Mali y con el Sahel, es el primer país contribuyente en la misión EUTM Mali y participa en proyectos de desarrollo, de ayuda humanitaria y culturales. Además, ejerece la presidencia anual de la Asamblea de la Alianza Sahel, centrada en la coordinación del apoyo en actividades de desarrollo.

Por su parte, la CEDEAO continúa apoyando al proceso de transición, a través del seguimiento y el asesoramiento político de la nueva estructura de gobierno en Mali. En este contexto, desde el 25 de febrero al 5 de marzo, el Parlamento de la Comunidad se trasladó a Bamako para recopilar información ​​sobre la evolución del proceso político, y también para lograr un consenso nacional como base de una estabilidad duradera en el país.

Por último, tras la cumbre del G5 Sahel celebrada en Yamena (15 y16 de febrero), el alto representante de la UE en Asuntos Exteriores y Política de Seguridad publicó una declaración en la que subraya que la transición maliense tuvo un comienzo alentador, pero ahora parece estar estancada. Respecto a la seguridad en el Sahel, reconoce que «los éxitos militares sólo serán sostenibles si los espacios liberados de los terroristas son objeto de un (re)despliegue de servicios públicos» por parte del Estado de Derecho. Para conseguirlo, «las cuestiones de buena gobernanza están en el centro de nuestra acción» y «nuestra prioridad será definir planes de acción nacionales para aplicar este nuevo enfoque».

 
 
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