Nueva Estrategia Nacional de Seguridad Marítima 2024

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Nueva Estrategia Nacional de Seguridad Marítima 2024
19 de marzo 2024

 

El Consejo de Seguridad Nacional, en su reunión de 19 de marzo de 2024, ha aprobado la Estrategia Nacional de Seguridad Marítima 2024, un documento estratégico que actualiza a su predecesora de 2013.

El proceso de elaboración

La revisión estratégica ha sido responsabilidad del Consejo Nacional de Seguridad Marítima, órgano de apoyo del Consejo de Seguridad Nacional y que preside el Jefe de Estado Mayor de la Defensa.

La elaboración de la nueva estrategia ha sido un proceso de más de un año de trabajo; y en él han participado los distintos departamentos ministeriales con competencias en seguridad marítima, las Comunidades y Ciudades Autónomas costeras, así como un grupo de experto independientes procedentes del sector privado y la industria naviera, de centros de pensamiento y del sector académico.

Una estrategia para un país de condición marítima como es España

La Estrategia Nacional de Seguridad Marítima 2024 resalta la condición marítima de España. Además de su configuración geográfica, la economía está fuertemente vinculada a la actividad que se desarrolla en los espacios marítimos. Así, el 90% de las importaciones y el 60% de las exportaciones se realizan a través de los puertos españoles. Por otro lado, sectores económicos clave para nuestra economía, como son el turismo, la pesca y la industria naval se favorecen de un entorno de seguridad estable.

 

 

Figura 1: Zona de búsqueda y salvamento marítimo
Fuente: Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno

 
 
 
Desde una perspectiva funcional, la Estrategia de Seguridad Nacional concibe al ámbito marítimo como un espacio común global. En otras palabras, se trata de «un espacio de conexión entre países, sociedades, culturas y ciudadanos», que están unidos por los océanos. Esta aproximación internacional está sujeta a unas dinámicas de transformación con implicaciones para la seguridad mundial. En concreto, la mayor competición geopolítica, el desplazamiento del centro de gravedad económico mundial hacia el Asia-Pacífico, la apertura de nuevas rutas a consecuencia del cambio climático, o el creciente empleo de aplicaciones en un sector, ya de por sí altamente tecnológico, plantean retos de futuro a medio plazo.
 
Principales novedades de la Estrategia Nacional de Seguridad Marítima

En primer lugar, la nueva Estrategia ofrece una definición concreta de la seguridad marítima, entendida como «la combinación de medidas preventivas y de respuesta orientadas tanto a proteger el entorno marítimo de amenazas y actos ilegales intencionados, como a limitar los efectos de peligros naturales, de accidentes y daños al medio ambiente, las actividades económicas y a las personas».

Esta definición permite distinguir la componente “security” de la de “safety”, cuestión que se ver reforzada en la Estrategia al diferenciar las amenazas —«actos deliberados o de naturaleza ilícita que pueda poner en peligro la seguridad»— de los riesgos, entendidos como «aquellos incidentes no intencionados, como consecuencia de accidentes o de los efectos de la naturaleza».

En segundo lugar, la nueva Estrategia ofrece una clasificación de los riesgos y las amenazas para la seguridad marítima, donde las amenazas híbridas ocupan un lugar central. Desde esta perspectiva, activos tales como las infraestructuras marítimas y los cables submarinos cobran un especial protagonismo.
 
 

 

Figura 2: Riesgos y Amenazas para la seguridad marítima
Fuente: Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno

 
 
 
 En tercer lugar, la nueva Estrategia prioriza los espacios marítimos en función de tres categorías:

  • Espacios marítimos de interés preferente (vitales o de interés vital), que son todos aquellos espacios marítimos sobre los que España ejerce soberanía, derechos soberanos o jurisdicción, según el Derecho internacional y el Derecho español.
  • Espacios marítimos de interés: aquellas aguas internacionales caracterizadas por registrar una presencia y una actividad económica española notable, como por ejemplo, las zonas por las que transcurren las rutas de tráfico marítimo de mayor relevancia para el comercio, o los caladeros internacionales donde faenan pesqueros españoles.
  • Otros espacios marítimos de interés: aquellas aguas internacionales en las que un incidente puede tener implicaciones para la Seguridad Nacional o los intereses nacionales.

Esta novedad permitirá orientar el empleo de los recursos, de acuerdo a una priorización geográfica pre-establecida que optimiza la protección de los intereses de España.
 
Planteamiento estratégico

La Estrategia Nacional de Seguridad Marítima 2024 establece tres objetivos:

El primer objetivo es proteger España «en y desde» la mar. Para conseguirlo, se incluyen acciones orientadas a preservar la integridad y seguridad de aquellos espacios marinos sobre los que España ejerce soberanía, derechos soberanos o jurisdicción, según el Derecho internacional y el Derecho español, nuestras costas y el litoral, así como para proteger las infraestructuras marítimas y las actividades económicas ligadas al medio marino.

El segundo objetivo es mejorar las capacidades marítimas. Desde el entendimiento de la industria y el sector privado como un valor estratégico de primer orden, la Estrategia fomenta un mayor dinamismo de la industria marítima, la economía azul, y el impulso de la investigación científica.

El tercer objetivo es contribuir a un océano más seguro. A tal fin, la Estrategia incluye acciones de naturaleza internacional, que reflejan la posición de España como un país comprometido con la seguridad en los océanos desde la perspectiva de una postura activa para garantizar el Derecho internacional y el derecho marítimo. En este tercer eje también se contempla el esfuerzo de España para hacer frente a riesgos de naturaleza global, como es el cambio climático y la contaminación marina. Para ello, debe primar el multilateralismo y la aplicación de las iniciativas de la Organización Marítima Internacional, la Brújula Estratégica para la Seguridad y la Defensa, la Estrategia de Seguridad Marítima de la Unión Europea, y la Política Marítima Integrada, así como la Estrategia Marítima de la Alianza Atlántica. Por tanto, esta Estrategia potencia la promoción de una autonomía estratégica abierta, así como el valor de la OTAN para la defensa colectiva del espacio euroatlántico.
 


Figura 3: Objetivos centrales de la Estrategia Nacional de Seguridad Marítima
Fuente: Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno
 

 
 
La seguridad marítima en el marco de la Seguridad Nacional

Finalmente, la Estrategia presenta al Consejo Nacional de Seguridad Marítima como elemento catalizador de la coordinación interdepartamental. Este órgano es, al tiempo, el responsable de apoyar la labor del Consejo de Seguridad Nacional en el asesoramiento al Presidente del Gobierno en la dirección de la Política de Seguridad Nacional y en todo lo relacionado con la seguridad marítima.

 


Figura 4: La seguridad marítima en el marco de la Seguridad Nacional
Fuente: Departamento de Seguridad Nacional del Gabinete de la Presidencia del Gobierno

 
 
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