El presidente del Parlamento Europeo, durante su primera visita a Túnez, ha declarado que la UE y el citado país se enfrentan a desafíos comunes que requieren de una respuesta conjunta: la estabilidad en el Mediterráneo y en África, la lucha contra el terrorismo y la radicalización, la gestión de los flujos migratorios y el desempleo juvenil. En este sentido, ha apostado por el pragmatismo y la diplomacia económica como pilares en la lucha contra la inmigración irregular y por la cooperación bilateral como antídoto frente a la radicalización y el terrorismo y ha reiterado que la estabilidad política en Libia y el control de los yihadistas retornados son piedras angulares de la seguridad en el Mediterráneo. Por ello, el presidente del Parlamento Europeo ha afirmado que la UE está determinada a fortalecer las relaciones con Túnez, así como a apoyar sus esfuerzos en la consolidación de las instituciones democráticas.