La contrainteligencia es el conjunto de acciones orientadas a prevenir, detectar y posibilitar la neutralización de aquellas actividades de servicios extranjeros, grupos o personas que pongan en riesgo, amenacen o atenten contra el ordenamiento constitucional, los derechos y libertades de los ciudadanos españoles, la soberanía, integridad y seguridad del Estado, la estabilidad de sus instituciones, los intereses económicos nacionales y el bienestar de la población.
La Estrategia de Seguridad Nacional plantea como objetivo en el ámbito de la contrainteligencia adoptar medidas en defensa de los intereses estratégicos, políticos y económicos de España, para prevenir, detectar y neutralizar las agresiones encubiertas procedentes de otros Estados, de sus servicios de inteligencia, y de grupos o personas que estén dirigidas a la obtención ilegal de información.
Entre las líneas de acción estratégica que plantea para alcanzar este objetivo encontramos la elaboración de una normativa actualizada para regular la protección de la información clasificada; así como el impulso y refuerzo de las capacidades de los órganos nacionales de inteligencia, con objeto de garantizar la disposición de los medios humanos y técnicos necesarios para contrarrestar eficazmente esta amenaza.
También se enfatiza la necesidad de una sensibilización permanente y a todos los niveles del personal, tanto de las Administraciones Públicas como de las empresas y organizaciones, que maneja información clasificada o que, por su relevancia, pueda ser objeto de agresión.
Por otra parte se considera necesaria la potenciación de la protección y sensibilización de los ciudadanos españoles que desarrollan sus actividades fuera del territorio nacional y que, por tanto, pueden ser más vulnerables a las acciones hostiles de otros Estados, grupos o individuos; y el incremento de la cooperación internacional en materia de contrainteligencia, tanto en el ámbito bilateral como en los organismos multinacionales de seguridad y defensa de los que España forma parte, para proporcionar una respuesta integral en defensa de los intereses nacionales.
En el ámbito de la contrainteligencia, la tradicional agresividad de algunos de los servicios de inteligencia, cuya actividad en España está constatada, se ha visto incrementada a lo largo de 2014, como consecuencia de la aparición o continuidad de determinadas crisis internacionales y conflictos bélicos con incidencia directa en sus países correspondientes. El empleo del ciberespacio en este ámbito precisa adaptación y capacidades para hacer frente a esta amenaza desde la contrainteligencia.
Desde esta perspectiva, se ha profundizado en la determinación de los orígenes, metodología y finalidad de los ciberataques realizados por servicios de inteligencia de otros países contra organismos de las Administraciones Públicas y los sectores estratégicos de España.
Se ha mantenido el esfuerzo en materia de contrainteligencia y seguridad a través del apoyo a los contingentes militares españoles desplegados en el exterior.
En 2014, se ha incrementado la negociación de acuerdos bilaterales para el intercambio de información clasificada con terceros países y se ha llevado a cabo un amplio plan de formación y sensibilización del personal de las Administraciones Públicas, empresas y organizaciones en el tratamiento de la información clasificada.
Información de la Estrategia de Seguridad Nacional y del Informe Anual de Seguridad Nacional