El huracán, cuyo núcleo central aún no ha entrado en el territorio continental de Florida, ha sido degradado a categoría 2 de un máximo de 5, se traslada por la costa occidental de la península de Florida en dirección norte a 19 kilómetros por hora y con una velocidad de sus vientos de 175 km/h. En las regiones meridionales de la península de Florida se registran fuertes vientos, intensas precipitaciones, inundación de vías urbanas, subida del nivel del mar y cortes de suministro eléctrico en más de un millón de viviendas, así como caída de árboles y daños en viviendas.